62. EL ASNO Y SU AMO

Siempre acostumbra hacer el vulgo necio

De lo bueno y lo malo igual aprecio.

Yo le doy lo peor, que es lo que alaba.

De este modo sus yerros disculpaba

Un escritor de farsas indecentes.

Y un taimado poeta que le oía,

Le respondió en los términos siguientes:

—Al humilde jumento

Su dueño daba paja, y le decía:

¡Toma, pues que con esto estás contento!

Dijólo tantas veces, que ya un día

Se enfadó el asno, y replicó: Yo tomo

Lo que me quieres dar; pero, hombre injusto,

¿Piensas que sólo de la paja gusto?

Dame grano, y verás si me lo como.

Sepa quien para el público trabaja,

Que tal vez a la plebe culpa en vano.

Pues, si en dándole paja come paja,

Siempre que le dan grano, come grano.