61. LA RANA Y LA GALLINA

Desde su charco una parlera rana

Oyó cacarear a una gallina.

—¡Vaya! le dijo.—No creyera, hermana,

Que fueras tan incómoda vecina.

Y con toda esa bulla ¿qué hay de nuevo?

—Nada, sino anunciar que pongo un huevo.

—¿Un huevo sólo? ¿Y alborotas tanto?

—Un huevo sólo; sí, señora mía.

¿Te espantas de eso, cuando no me espanto

De oírte como graznas noche y día?

Yo, porque sirvo de algo, lo publico.

Tú, que de nada sirves, calla el pico.