31. UNA PIERNA
Un paje sirvió en la comida a su señor una grulla. Esta grulla no tenía sino
una pierna, porque la otra se la había comido el paje. El señor dijo:—¿Cómo no
tiene esta grulla más que una pierna? Respondió el paje:—Señor, las grullas no
tienen sino una pierna.
El amo dijo:—Pués, mañana yo llevaré a Vd. a caza, y verá Vd. que tienen dos,
y entonces me lo pagará. Al otro día fueron a caza y toparon con unas grullas
que estaban todas sobre un pie. Entonces dijo el paje a su amo:—¡Mire Vd.! como
no tienen más de un pie. Refrenó el amo su caballo, diciendo:—¡Ox, ox! y
entonces las grullas sacaron la otra pierna y empezaron a volar.
El amo dijo al paje:—¿Ve Vd. como tienen dos? y el paje contestó:—Si Vd. oxea
a la grulla del plato, ella también sacará la otra pata.